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FRENTE A NUESTRA CASA DE MOKA
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JULIO AMORÓS Y YO -CON NUESTRAS "RESPECTIVAS"- ALQUILAMOS UNA CASITA PARA LOS FINES DE SEMANA. EL CASERO SE LLAMABA FERNANDO Y TENÍA APELLIDO HINDÚ.
LA ARREGLAMOS, LA PINTAMOS Y PLANTAMOS UNA PALMERA EN SU PUERTA. DESPUÉS, NO TARDANDO MUCHO, VINO LO QUE VINO. SIEMPRE HE PENSADO QUE FUÉ DE AQUELLA PALMERA.
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