CRÓNICAS DE LA GUINEA ECUATORIAL

Esos salones no los conocí porque embarcamos de noche y nos dejaron en el camarote mientras nuestros padres subieron a cubierta para ver Pasajes de S.Juan cuando partimos. Amanecimos en Santander. Que reliquia!

Viajando en el Dómine hacia la Península, me tocaba pasar mi 6º cumpleaños un 2 de mayo. Mis padres me compraron en Canarias un enorme caballo de cartón con ruedas. El día de la celebración lo escondieron detrás de uno de esos butacones en una esquina y me tiraron un caramelo para que lo buscara y ¡abracadabra!allí me encontré con mi precioso caballo. Nunca lo he olvidado.