CRÓNICAS DE LA GUINEA ECUATORIAL

Bar Club (gracias Fernando)

yo tambien soy feliz al recordarlo, que paz.

graciasss, una recuerdo mas que recupero

recuerdo impagable

efectivamente, uno de los hermanos, que lo regentaban se llamaba Pedro y al otro mas pequeño no recuerdo su nombre, se trasladaron a Las Palmas y pusieron un restuarante en las Canteras

Los "Hermanos Dalton" y su célebre banana flambé

El Pizza Mar? este lugar esta quebrado...

Era un lugar emblemático. Se encontraba uno tan a gusto en el Bar Club que, la comida, era lo de menos. Cuando llegué a Bata en el 63, lo regentaba un tal Sr. Just. Después lo adquirieron, mediante una OPA (je je je), los "Dalton Brothers".

Una pregunta para quién lo sepa ¿este Bar Clup no cestaba en el paseo marítimo de Bata? ... y antes del 63 no trabaja otro matrimonio (no recuerdo el nombre del marido) pero si de la esposa Teresa Casas?

Creo recordar que el Sr. Just tenía un hijo, de mi edad, que también estudió en La Salle. Creo que se llamaba Juan Just Mariné o Moliné. El bar estaba en el paseo marítimo de Bata, y creo que tenía un muelle de madera. ¿O quizás lo confundo con el bar Salmón?.

En esa terraza rodaron la escena romántica (del beso) de "Piedra de Toque", ante la mirada de cientos de niños y mayores apostados en la playa.

Y te acuerdas el tremendo enfado de Arturo Fernandez, que tuvo que repetir la escena un montón de veces....? Nos miraba con "mirada asesina"....

Benjamín. El Bar Club estaba en el Paseo Maritimo, en frente de Banesto y la Ferreteria Beher y a escasos metros de la famosa Ceiba. No recuerdo que tuviera ningún "muelle". Tenia una divina terracita al aire libre, en donde por un módico precio, podias degustar cualquier manjar acompañado por el reconfortable sonido de las olas del mar, mientras la suave brisa iba acariciando tu piel. Lo del "módico precio" se fué al garete con el "New Management" de los "Dalton Brothers".

Mamen, me acuerdo. Después de repetir u8n montón de veces se puso a llorar un crío y Arturo Fernández gritó desesperado ¡¡Ese niñooo, que se calleee!!

Soy Joan Just Mariné, el hijo del propietario del bar club. Estuve en Guinea 12 años (1952-1964). Estaba buscando información sobre como ir a Guinea y de casualidad he encontrado ésta web, maravillosa web que me ha vuelto mentalmente a Guinea y recordar aspectos que ya tenia olvidados...Efectivamente fuí alumno de La Salle, pero no recuerdo a macarmona. Espero que a partir de ahora poder contactar con vosotros y poder recordar aquellos años de mi infancia. El Bar club no tenia muelle, era el Salmon. Tambien recuerdo escenas del rodaje de la película. Cuando la filmaron, en una de las escenas que rodaron en la catedral, salimos unos niños jugando a futbol...Espero que alguien lea lo que he escrito y podamos de alguna manera recordar aquellos estupendos años.

Los batenses (y los que no lo somos) te agradecerán tus fotos.

Ahora viene el trabajo de ordenar, seleccionar, escanear y subirlas. Tengo bastantes fotos (algunas de Bata, otras del interior y sur de guinea). De los doce años que estuve alli, 7 u 8 los pasé en una finca de cafe y cacao en Billabillan.

Hola Joan. El Bar Club era uno de los lugares más emblemáticos de la muy noble, heroica y leal ciudad de Bata. En esta terraza, al compás que marcaba el susurro de las olas, me he engullado infinidad de riquisimas "palometas a la plancha" (con un poquito de ajo y perejil) Una vez despachado el delicioso manjar que nos habia tocado lidiar. nos enzarzabamos en tremendas pláticas sobremeseras cuya duración era tan larga y tendida como el Sr. Just (q.e.p.d) nos permitia. y nos hacia un cambio de tercio al presentarnos la cuenta con un "por hoy ya es suficiente, mañana será otro dia". Recuerdo esos momentos. En esa terraza aprendi una maravillosa poesia que decia "que hermosa es la vida/que bello es el mar/que bien se vive/cuando se vive bien.

Hola Mboete. Por lo que veo tu eras cliente. Efectivament el Bar Club era un punto de encuentro, era un lugar en el que tanto la gente de Bata como la que venia a Bata desde distintos puntos de la geografia guineana hacian parada, unos para comer y otros para tomar su aperitivo. Al atardecer venian famílias que se sentaban en la magnífica terraza del Bar Club a tomar un refresco, disfrutar de la brisa marina y del ruido de las olas del mar. Se tenia que ir con cuidado porque cuando habia marea alta, las olas rompian en la pared de la terraza y podian salpicar, salpicar no, mojarte de arriba a bajo. En marea alta teníamos que cerrar las ventanas del Bar que daban a la playa para evitar que el agua entrase al interior. Como se puede deducir el bar era un lugar en el que la parte social era muy importante, las personas se encontraban y hablaban de sus cosas y de alguna que otra batallita.

Joan. Tu padre y yo éramos "cuasitocayos". El era Just de apellido y yo de nombre. Yo vivi durante un tiempo, a menos de 200 metros del Bar Club. Era, como quien dice, "cliente del barrio". Después de tus padres, el Bar Club pasó a manos de los hermanos Rojas (Dalton Brothers), quienes quisieron darle al Bar Club una proyección culinaria de alto standing (una especie de "el Bulli" de Ferran Adriá, pero en versión ecuatorial) y eso descolocó a quienes teniamos recursos económicos modestos. El sueldo de Sumco, aunque fuese de Apoderado, no daba para tanto. Asi que, tuve que ir reduciendo mis visitas, paulatinamente. Pero eso tampoco importa puesto que, las personas desaparecen pero, los lugares y los recuerdos, siempre permanecen.

Bienvenido, Joan, y bien llegado tu también, reencontrado Mboete. Efectivamente el Bar Club fue uno de los escenarios que siempre estará en la memoria de cualquier batense que se precie. Contestando a la pregunta que Benjamín hacía mucho más arriba efectivamente lo regentó, a principios de los años 50, un matrimonio catalán, de cuyo apellido siento no acordarme bien. Él era un hombr con una voluminosa humanidad, y que fue durante algún tiempo encargado del almacén de repuestos de Alena, y ella, a la que ciertamente llamábamos Teresina, tenía un arte casi mágico preparando un fricandó de imborrable recuerdo. Los entonces componentes del Rancho Papafrita, que marcó toda una época en la vida de Bata, antes de independizarnos culinariamente, mantuvimos durante mucho tiempo un abono mensual con ellos que nos cubría comida y cena. Es una delicia tener oportunidad de recordarlo y recrear de nuevo aquellos momentos írrepetibles.

Mboete. Tienes razon en que las personas deasaparecen pero, los lugares y los recuerdos permanecen. Por vuestros comentarios me he enterado que el Bar Club ya no existe y tampoco el muelle de Bata, donde habia pasado muchas horas pescando y en el que atracaban las gavarras que transportaban las mercancias de los barcos (Ciudad de Toledo, Ciudad de Pamplona, Ciudad de Oviedo, el Domine, etc ) que traian de la península y que por no poder atracar en el muelle, utilizaban estos medios de transporte, para poder descargar toda la carga a tierra. He visto fotos de Bata que me parecen de otra ciudad, ya se que han pasado muchos años y que el mundo evoluciona (afortunadamente), pero aquellas ganas de volver al pais donde pasé mis primeros años las estoy poniendo en cuarentena, puesto que tengo un recuerdo y unas imagenes en mi mente que quizas todo y ser consciente de la lógica evolución me lleve una decepción. Bueno continuaré...

Hola Ukolanguma. Te puedo decir que antes que mis padres cogieran el Bar club, lo tenia un matrimonio de Barcelona que se llamaban Ysus y Ramona. Ella se encargaba del bar, era una mujer alta y muy delgada, mientras que él se encargaba de la cocina. Fisicament era un poco más bajo que Ramona y no estaba delgado.

Las intervenciones del Maestro Uko siempre son de agradecer. Su eterna juventud le permite recrear temas, como el de los abonos culinarios mensuales, que parecen no tener importancia pero, para quienes como en mi caso, vivimos aquellos tiempos como solteros sin familia, el abono mensual que nos cubria la alimentación diaria era una práctica bastante habitual. El Bar Club las hacia y, por nuestra condición de "abonados" y, al vernos dirariamente sentados los mismos por las mismas mesas, entablabamos tertulias y amistad. En aquellos años, todavia no se habia inventado el horario intensivo y disponiamos de un par (o tres) de horas para la sobremesa, antes de reemprender el horario de trabajo de tarde. Se trabajaba para vivir y se manejaban muy bien los tiempos y, como no existian las telenovelas (no habia TV ni de gratis ni de pago) malgastabamos nuestro tiempo de asueto practicando la elocuencia, el compañerismo y las relaciones sociales.

Qué bonito leeros )
Por cierto, en la foto mi padre con el que entonces era uno de sus jefes holandeses.